Desde hace más de ocho años CERAI trabaja en el marco del proyecto de La Sostenibilitat al Plat para impulsar la transición hacia unos comedores más sostenibles. En este camino han surgido más experiencias en el territorio nacional con el mismo propósito que pueden servir de ejemplo y entre las cuales podemos intercambiar aprendizajes y seguir aprendiendo para avanzar hacia ese tipo de comedores. Por ello, el 18 de abril CERAI organizado la jornada ‘Comedores escolares sostenibles como camino hacia los ODS’.

Este evento está pensado para un público que tenga relación con la gestión de comedores escolares: personal técnico de administraciones públicas con competencias en comedores escolares, directores/as de escuelas valencianas y miembros del Consejo Escolar, profesorado, familias interesadas, empresas de restauración colectiva y organizaciones agrarias.

Están invitados a participar representantes de diferentes experiencias: Ecocomedores de Canarias; programa Horta-Cuina de València; Consell Comarcal de Osona, que compartirá la visión desde el mundo rural y del Proyecto Europeo School Food 4 Change.

¿Cuándo?
El 18 de abril, a las 16.30 horas


¿Dónde?
Salón de Actos de la Conselleria de Educación


¿Te apuntas?
Si tienes interés en asistir, es imprescindible que te inscribas en este formulario. (Aforo: 120 personas)
CERAI organiza esta jornada en el marco del proyecto La Sostenibilitat al Plat VII, financiado por Vicepresidència Segona i Conselleria de Serveis Socials, Igualtat i Habitatge de la GVA con la colaboración de Escoles que Alimenten.

El 30 de septiembre celebramos una jornada reivindicativa para dar inicio a la campaña Menjadors sostenibles, territoris posibles, cuyo propósito es denunciar la situación de los comedores escolares en zonas rurales y la falta de una normativa que atienda las particularidades de lo que supone este servicio en centros educativos en pueblos más pequeños o zonas más alejadas del entorno urbano. En el evento presentamos el Estudio preliminar sobre la situación de los comedores escolares: estudio de caso en el Alto Palancia, que revela y hace un análisis de las dificultades para mantener estos comedores en zonas rurales, sobre todo cuando se trata de Colegios Rurales Agrupados.

En algunos casos, las trabas para su buen funcionamiento es tener un ratio muy bajo de alumnado, la distancia con las zonas urbanas que encarece la logística de productos, la falta de cocina propia o la dispersión territorial de los diferentes aularios de un mismo centro. De momento, el estudio recoge el caso de cuatro colegios del Alto Palancia, pero la meta de esta campaña es que la Administración se apropie de este documento como un modelo y repetir el diagnóstico en más centros de la zona para conseguir generar una normativa más flexible que recoja diferentes propuestas que permitan la sostenibilidad económica y ambiental de estos comedores.

Es así que con el apoyo de familias, direcciones de algunos centros escolares y otras entidades, tenemos el objetivo de caminar hacia unos comedores escolares que ofrezcan menús más saludables y con criterios de sostenibilidad, que cuiden nuestros territorios y garanticen el derecho a la alimentación de la infancia en el presente y en el futuro.

Fruto del contacto y trabajo con todos los actores involucrados en los comedores escolares (centros educativos, familias, alumnado, administración pública, empresas de restauración escolar, nutricionistas, etc.), hemos tomado conciencia de que existe una desigualdad notoria entre las condiciones de los comedores escolares urbanos y los comedores escolares rurales.

Como sociedad civil pensamos que es importante reivindicar los cambios necesarios para que los niños y niñas del ámbito rural tengan las mismas oportunidades y derechos que aquellos y aquellas que habitan en la ciudad, a la vez que sea reconocida la singularidad y los potenciales de sus contextos.

Es así que con este manifiesto queremos comunicar a la sociedad y administración pública valenciana que: 

  1. Las escuelas en el ámbito rural tienen unas particularidades que dificultan la apertura y mantenimiento del servicio de comedor escolar, especialmente en los Colegios Rurales Agrupados (CRA).
  2. Los centros con un número reducido de alumnado y que, en el caso de los CRA, funcionan con diferentes aularios dispersos en el territorio, cuentan con un incremento considerable en los gastos para el servicio de comedor, especialmente por la logística del transporte y el personal (monitoras).
  3. La normativa no contempla con suficiente detalle estas diferencias, estipulando la misma ayuda para gastos de funcionamiento para todas las escuelas, urbanas y rurales, lo que no ayuda a compensar los costes extras que tienen en las escuelas rurales. A su vez, se genera en muchos casos un superávit en las urbanas (que tienen más oportunidad de negociación con la empresa) y un déficit en las segundas, las rurales, respecto al balance económico de sus comedores escolares.
  4. La Conselleria aporta una ayuda económica mensual extra por aulario en el caso de los CRA, pero esta está lejos de resolver el balance deficitario en la contabilidad del comedor escolar rural. Ese déficit es cubierto en muchos casos por los ayuntamientos, sin que cuenten con un presupuesto específico para el caso (por tanto, con la dependencia de la voluntad política para apoyar el servicio).
  5. Los ayuntamientos generalmente apoyan a través de la cesión de personal propio para cubrir las tareas de personal monitor de comedor, sin que estas personas tengan una calificación profesional específica para el acompañamiento de niños y niñas.
  6. Este déficit también está cubierto a través del tiempo, energía y presupuesto del personal docente del propio centro educativo, generando tensión y peores condiciones de trabajo.
  7. Por lo general, a muchas de las empresas de restauración colectiva no les sale rentable asumir los servicios de los comedores escolares rurales, especialmente de los CRA, por lo que a menudo son asumidos por empresas que trabajan a gran escala y que pueden compensar esta baja rentabilidad con ganancias que generan con los centros urbanos grandes.
  8. Esto impide que las escuelas rurales cuenten con la oportunidad de elegir la empresa de comedor que quieran, tal y como dice la normativa, representando una desigualdad de condiciones con respecto a los colegios urbanos. También dificulta la prestación del servicio a empresas locales de menor tamaño.
  9. Además, la carencia de instalaciones de cocina de estos centros también acaba conduciendo a estas escuelas a tener que comer catering como única opción de servicio. En algunos casos, catering de menús en frío y de entrega semanal.
  10. Al no existir una normativa adaptada al ámbito rural, se pierde la capacidad de potenciar y utilizar activos del territorio que podrían suponer alternativas viables al comedor escolar actual, como habilitar cocinas u obradores en desuso, permitir el transporte de comida de un bar o restaurante cercano, etc.
  11. El comedor escolar es un servicio necesario para la conciliación laboral y personal de las familias que viven en el ámbito rural y para evitar el cierre de los aularios, favorece el asentamiento en la zona y la reducción del uso de transporte diario para trasladar a los niños y niñas a escuelas de otros pueblos.

Es decir, la problemática que viven las escuelas rurales respecto al servicio de comedor tiene dos aspectos clave que nos llevan a plantear la necesidad urgente de atender esta temática desde las administraciones públicas:

  • Se trata de un caso de desigualdad social, donde la normativa y el sistema de gestión y funcionamiento del comedor están diseñados sobre la base de un modelo de escuela urbano que genera un agravio continuo que discrimina a las comunidades educativas del mundo rural.
  • La existencia de los comedores escolares tiene un gran potencial de desarrollo local 1). Como estrategia de antidespoblamiento en las zonas rurales, puesto que facilita la conciliación de la vida laboral y familiar (y, por tanto, incrementa el bienestar de las mujeres, sobre las que suelen recaer las tareas de cuidados) 2). Como activador de la economía local a través del uso de sus activos y servicios, y de articulador de la economía agraria local a través del abastecimiento de productos de proximidad del territorio. Resulta incongruente que en las zonas donde se cultivan los alimentos resulte más difícil acceder a ellos. 

Este último punto adquiere especial relevancia en el contexto de crisis climática en la que nos encontramos a nivel global. Tener un mundo rural vivo y productivo responde tanto a estrategias de mitigación como de adaptación al cambio climático. Según la FAO, el sistema agroalimentario es el responsable de cerca del 30% de los gases de efecto invernadero y de un gran número de desequilibrios en la salud de la población. Cuando se habla de tener comedores escolares más saludables y sostenibles, significa que los productos alimentarios que se utilizan sean, en el mayor grado posible, frescos, de temporada, de proximidad y ecológicos, y que reviertan positivamente a la economía local y agraria del territorio

Tomando en cuenta todo lo dicho anteriormente, las entidades y personas firmantes SOLICITAN a las administraciones competentes, como titulares de obligaciones:

La formación de una Mesa Técnica Intersectorial con la participación de las Consellerias implicadas (Educación, Sanidad y Agricultura), inspecciones de educación territoriales de los municipios, escuelas del ámbito rural, asociaciones de familias, organizaciones agrarias, organizaciones representantes del sector privado en restauración colectiva, organizaciones que trabajan por la alimentación sostenible, etc. 

Una mesa cuyo objetivo sea atender esta problemática y generar una normativa diferenciada, en la cual se valoren los retos y las oportunidades del contexto rural para hacer viables la apertura y el mantenimiento de los comedores escolares, haciendo uso y estimulando los activos presentes en cada territorio.


Una jornada lúdica y reivindicativa

En el evento se presentaron las conclusiones del estudio junto a un manifiesto que solicita a la Administración atención a esta temática: «El comedor escolar es un servicio necesario para la conciliación laboral y personal de las familias que viven en el ámbito rural y para evitar el cierre de los aularios, favorece el asentamiento en la zona y la reducción del uso de transporte diario para trasladar a los niños y niñas a escuelas de otros pueblos», explica la técnica de CERAI.

En el manifiesto se insta a abordar este problema y crear una normativa específica que tenga en cuenta los desafíos y las oportunidades que ofrece el entorno rural para garantizar la viabilidad de la apertura y el funcionamiento de los comedores escolares. Esto se lograría aprovechando y fomentando los recursos disponibles en cada territorio y tomando en consideración las tendencias de las directivas regionales, estatales y europeas en relación con la alimentación saludable y sostenible desde un punto de vista social, ambiental y económicamente sostenible.

Las familias de varios centros educativos acudieron a la jornada para disfrutar de las actividades, compartir preocupaciones, pensar en soluciones conjuntas y coger impulso para conseguir que sus voces sean escuchadas. Durante la mañana el Servicio de Educación Ambiental de la Diputación de Castellón realizó varios talleres y juegos de concienciación sobre el consumo responsable y un modelo de alimentación saludable y sostenible. Además, unas doce personas productoras estuvieron exponiendo sus productos y dando a conocer sus proyectos como posibles activos que se podrían consumir en los comedores escolares de la zona. 

A mitad de mañana irrumpía en la plaza una performance representando la problemática de manos de David Trashumante e Ysa Cruz, disfrazados del gran y el pequeño comedor. Luego, Natalia Castellanos, consultora encargada de realizar el estudio de caso, contó el proceso de investigación y conclusiones. Además, destacó la incoherencia de apostar por la vida en el entorno rural mientras consumimos alimentos que provienen de zonas lejanas.

El acto reivindicativo acabó con dos actividades. La primera, la lectura del manifiesto, a cargo por dos representantes de las familias de la zona, donde se propuso formar una mesa técnica para abordar la problemática que parece que ya tiene fecha, el 6 de noviembre, en las instalaciones de la Mancomunidad del Alto Palancia. En segundo lugar, un taller de serigrafía del cual as familias se llevaban una pañoleta con el logo de la campaña para colgar en sus balcones y centros educativos.

Al evento asistieron personas de la Administración pública que mostraron su apoyo a la campaña y voluntad de participar en las siguientes acciones como la mesa técnica.

  • Jornada por unos comedores escolares rurales sostenibles: Acto para exigir a la Administración la necesidad de un cambio de normativa que tenga en cuenta las particularidades del contexto rural.
  • Presentación del Estudio preliminar sobre la situación de los comedores escolares a las zonas rurales: Estudio de caso en L’ALT PALÀNCIA (CASTELLÓ).

NOTA DE PRENSA (más información y versión valencià)

El 30 de septiembre el Centro de Estudios Rurales y Agricultura Internacional (CERAI), en colaboración con la Plataforma Escoles que Alimenten, convoca a toda la comunidad educativa y personas interesadas del entorno rural a asistir a una jornada reivindicativa para reclamar unos comedores escolares económicamente y ambientalmente sostenibles: Jornada por unos comedores escolares rurales sostenibles en el Auditorio Municipal de Navajas (AMUNA) de 10 a 13.30 h.

Será una jornada con un ambiente lúdico con actividades para toda la familia como la exposición de productos locales, un taller de serigrafía y música. También, tendrá un carácter reivindicativo, con una performance se dará inicio a la campaña: Menjadors sostenibles, Territoris posibles. Tras la representación se hará la lectura de un manifiesto que presenta CERAI, junto a Escoles que Alimenten, con el apoyo de familias, direcciones de algunos centros escolares y otras entidades. Y, por último, se presentarán las conclusiones y entregarán ejemplares del Estudio preliminar sobre la situación de los comedores escolares a las zonas rurales: estudio de caso en L’ALT PALÀNCIA (CASTELLÓ).

Por supuesto, además de la comunidad educativa y las familias que aparecen en el estudio, se espera la asistencia de las autoridades de los pueblos de los alrededores, y de las inspecciones territoriales de Educación de zonas rurales.

“Desde CERAI, en el marco del proyecto ‘La Sostenibilitat al Plat’, hemos trabajado en más de 20 centros educativos del área urbana y rural, y hemos detectado que existe una desigualdad notoria entre las condiciones de los comedores escolares urbanos y los comedores escolares rurales. Estos últimos sufren ciertas desventajas debido a una normativa de comedores escolares que no tiene en cuenta sus particularidades”.

La ONGD y Plataforma Escoles que Alimenten tienen la intención de iniciar una mesa técnica con inspectores territoriales de educación, entidades y representantes de la sociedad civil para abordar esta problemática e impulsar una normativa diferenciada que tome en cuenta los desafíos y las oportunidades del entorno rural, con el fin de hacer posible la apertura y el mantenimiento de los comedores escolares.

Para iniciar esta reivindicación, la entidad ha decidido llevar a cabo un estudio diagnóstico que pudiera profundizar en la realidad de algunos centros escolares del ámbito rural valenciano. En concreto, en el contexto de la comarca de l’Alt Palància en los colegios: CRA Palancia-Espadà, el CRA Sot de Ferrer- Azuébar-Chóvar, el CRA Peña Escabia y el CEIP Historiador Diago de Viver.

“Es importante difundir las conclusiones del estudio realizado que son la muestra de lo que sucede en nuestras zonas rurales. Y reivindicar los cambios necesarios para que los niños y niñas del ámbito rural tengan las mismas oportunidades y derechos que aquellos y aquellas que habitan en la ciudad, a la vez que sea reconocida la singularidad y los potenciales de sus contextos”, explica la entidad.

El documento plantea que en algunos casos la situación de estos comedores es deficitaria. El precio del menú actual a veces no es suficiente para conseguir una ratio tan pequeña de niños y niñas y los ayuntamientos se ven obligados a pagar el déficit de los comedores. A esto se suma otras cuestiones que dificultan una solución, como no tener una cocina in situ y depender de catering, entre otras.

“Los comedores escolares tiene un gran potencial de desarrollo local y como estrategia de antidespoblación”

A su vez, la existencia de los comedores escolares tiene un gran potencial de desarrollo local que, no se está teniendo en cuenta, como estrategia de antidespoblación en las zonas rurales, puesto que facilita la conciliación de la vida laboral y familiar. Asimismo, pueden desempeñar un papel fundamental en el cambio de modelo agroalimentario, promoviendo el uso de alimentos locales: “el uso en los menús de alimentos locales contribuiría a fortalecer las actividades productivas en un territorio que a menudo se encuentra amenazado por la despoblación”, aseguran.

“Desde CERAI y Escoles que Alimenten, ponemos el acento en que debe garantizarse el derecho a la alimentación de la infancia en los territorios rurales, y esta jornada partirá de este principio”.

Entrevista a Marta Herrero y Luis Cabañas de Escoles que Alimenten

Fuente: VALENCIA PLAZA

VALÈNCIA. En la lucha por promover la justicia alimentaria y garantizar una alimentación saludable para todos, destacan figuras como Marta Herrero, coordinadora de la organización Justicia Alimentaria, y Luís Cabañas, actual presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova). Ambos son miembros destacados de la Plataforma Escoles que Alimenten, un movimiento comprometido con transformar la manera en que nos alimentamos en nuestras escuelas y comunidades.

Marta Herrero ha dedicado su carrera a abordar las desigualdades en el acceso a una alimentación saludable y sostenible. Como coordinadora de Justicia Alimentaria, una organización reconocida a nivel nacional e internacional, ha liderado iniciativas innovadoras para la búsqueda de la equidad y la sostenibilidad en los sistemas alimentarios, fomentando la agricultura sostenible, la producción local y la equidad en la distribución de recursos.

Por otro lado, Luis Cabañas, en su posición como presidente del Codinucova, ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de una alimentación basada en la evidencia científica y en la defensa de los derechos de los dietistas-nutricionistas.

Unidos por la Plataforma Escoles que Alimenten, Herrero y Cabañas colaboran para concienciar sobre la importancia de una alimentación saludable en las escuelas. Juntos busca transformar los comedores escolares en espacios que promuevan hábitos alimentarios saludables, la inclusión de productos locales y la educación nutricional para los más jóvenes. Hoy les preguntamos su opinión sobre el proyecto de decreto que establece criterios para garantizar menús saludables y sostenibles en los servicios de restauración colectiva de la Generalitat Valenciana, en el que han participado activamente. 

– ¿Cómo valorarían la actual dieta que se ofrece en los centros escolares?

Luis Cabañas: Desde una perspectiva nutricional, podríamos decir que es mejorable tanto cuantitativa como cualitativamente. Las cantidades de carne roja son demasiado altas y las de legumbres demasiado bajas. Por otra parte, se debería ofrecer pescado fresco, no una barrita de merluza. Además, el menú presenta déficit de proteína vegetal y es algo que nos llevan demandando desde 2015.

Marta Herrero: En cuanto a criterios de sostenibilidad, también encontramos carencias. Se ha visto que la mayoría de los menús escolares no están cumpliendo con la temporada de las frutas y verduras y tampoco vemos la presencia de alimentos de proximidad. Además, hay un déficit de alimentos ecológicos, que es el modelo de producción agraria más sostenible con la tierra, con el medio ambiente y con los seres vivos.

NOTA DE PRENSA. Las organizaciones sociales salen en defensa del proyecto de decreto para una alimentación más saludable y sostenible

Distintas organizaciones sociales argumentan que la propuesta de decreto no tiene por qué afectar al precio del menú si se reduce el consumo de alimentos de origen animal, se acortan los canales de comercialización y se emplean productos de temporada. Escoles que Alimenten pide a la Conselleria de Educación que regule la contratación teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad y que controle el superávit de los comedores escolares.

Según el dictamen del Consell Jurídic Consultiu (CJC), el futuro decreto del Consell para una alimentación saludable y sostenible en los servicios de restauración colectiva que dependen de la GVA puede provocar cambios en el coste del menú escolar. Por esta razón, el documento impulsado por la Conselleria de Sanitat se ha quedado finalmente a las puertas del cambio de legislatura. Los motivos: un posible aumento del gasto en las becas comedor y un posible incremento del precio de los menús para las familias usuarias. 

Sin embargo, desde Escoles que Alimenten argumentan que algunas de las propuestas del decreto podrían incluso abaratar el precio del menú. Según esta plataforma, el CJC ha centrado sus críticas en la introducción de alimentos ecológicos, normalmente más caros que los convencionales, pero no ha tenido en cuenta que lo que se propone es un cambio integral en la manera de abordar la alimentación y que esta propuesta incorpora otras cuestiones.

Un menú más equilibrado y saludable que además mantiene el precio actual

Una de las cosas que se busca con la nueva norma es la recuperación de la dieta mediterránea, un patrón que estamos perdiendo, mediante la disminución de proteína animal (principalmente carne y pescado) a favor de las legumbres. Se trata de una medida respaldada por las últimas recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que además conlleva una considerable reducción del gasto en materia prima. Según el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), “una ración de legumbres cuesta al consumidor alrededor de 0,20 euros, mientras que una ración de carne blanca cuesta en torno a los 0,45 euros, o sea, más del doble”.

El empleo de verduras, hortalizas y frutas de temporada también puede reducir los costes. Tal como puede comprobarse en la página web de Mercasa, algunas hortalizas como el tomate, el calabacín, la alcachofa, la judía verde o la berenjena tienen una variación anual de precio muy significativa, en función de si es o no su temporada de producción. En la Comunidad Valenciana se produce una variedad enorme de verduras y frutas y, según Escoles que Alimenten, no tiene sentido que en los comedores escolares se estén consumiendo tomates y calabacines producidos en invernaderos cuando en nuestro territorio se está produciendo coliflor y brócoli.

Otra medida a favor del abaratamiento del menú es la reducción de intermediarios entre el productor y la empresa de restauración. Según los datos proporcionados mensualmente por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el número de veces que se multiplica el precio de origen hasta que llega al consumidor es, como media, de aproximadamente cuatro. El impulso de la venta directa o de canal corto es imprescindible para garantizar precios asequibles para las empresas y justos para los agricultores/as, además de ser una recomendación de la propia Unión Europea.

“Según la Estrategia europea de la Granja a la Mesa, España debería alcanzar para 2030 un 25% de tierras dedicadas a la agricultura ecológica“.

Exigir alimentos ecológicos es imprescindible y perfectamente legal

Otra de las cuestiones que el órgano critica de la norma es la obligación de que determinado porcentaje de alimentación deban ser productos ecológicos certificados, de proximidad o denominación de origen. Entiende que estos parámetros son discriminatorios y vulneran la igualdad de trato de los licitadores infringiendo las políticas de mercado interior en la Unión Europea.

Según Justicia Alimentaria: “lo que vulnera las políticas de la Unión Europea es el sistema actual de contrataciones de las empresas gestoras, pues no se están teniendo en cuenta criterios de salud y sostenibilidad”. En línea con el Pacto Verde Europeo, la Ley 9/2017 de contratos en el sector público obliga a las administraciones a incorporar aspectos cualitativos, sociales, ambientales y de innovación vinculados al objeto del contrato. En Francia, la Ley 938/2018, conocida como EGALIM, obliga a los establecimientos dependientes de la Administración pública a adquirir un mínimo del 20% de productos ecológicos. ¿No está Francia dentro de la Unión Europea? ¿O es que el CJC tiene unos criterios contrarios a la UE en temas alimentarios?

Según la Estrategia europea de la Granja a la Mesa, España debería alcanzar para 2030 un 25% de tierras dedicadas a la agricultura ecológica. Esta transformación no puede depender de la demanda individual y familiar. Es indispensable impulsar la demanda de alimentos ecológicos desde las Administraciones públicas, en este caso desde los comedores escolares, los hospitales y otros servicios alimentarios dependientes de la GVA.

Reducir el superávit para incrementar la calidad

Otra medida que podría adoptarse, según la plataforma Escoles que Alimenten, es el control del superávit que en muchas ocasiones genera el comedor escolar. Parte de este superávit, a veces cuantioso, sobre todo en colegios grandes, se termina invirtiendo en gastos ordinarios de la escuela, suponiendo una pieza importante en la financiación de muchos colegios. Esto hace que los Consejos Escolares den mucha importancia al criterio del precio a la hora de elegir empresa de comedor, inclinándose a menudo por las ofertas más baratas. Por primera vez este año, las Instrucciones de la Dirección General de Centros Docentes contemplan una limitación que no permite la contratación del servicio por debajo de un precio mínimo. Desde Escoles que Alimenten celebran la medida y piden a la Conselleria de Educación avanzar en esta dirección: establecer un acuerdo marco con criterios de sostenibilidad social y ambiental, limitar las rebajas económicas de las empresas para controlar el superávit y establecer un gasto mínimo en alimentos. Desde la plataforma se piensa que no es tan necesaria la revisión del precio máximo del servicio (actualmente, 4,25 euros), sino la adopción de medidas que permitan un mejor uso del dinero que pagan las familias, garantizando prioritariamente alimentos de calidad.

¿Dónde queda la salud en la batalla por el precio?

Por último, ¿y si realmente la aplicación del decreto supusiera un incremento del precio del menú escolar? ¿No merecería la pena este incremento del gasto público? ¿En qué orden de prioridad está la salud de nuestras niñas y nuestros niños? Este decreto tendría que salir adelante aunque supusiera un esfuerzo para las arcas públicas, porque hay mucho en juego: el apoyo a la actividad agraria en nuestro territorio, el cumplimiento con los compromisos europeos con la sostenibilidad, pero principalmente la salud de las personas, especialmente las más vulnerables.

Escoles que Alimenten llança una campanya per a mobilitzar a les famílies cap a la transició cap a una alimentació escolar més saludable i sostenible.

  • Una alimentació més sana i que respecte el planeta és necessària per a garantir el futur sostenible de les pròximes generacions
  • És en l’espai del menjador on adquireixen el gust i els principals hàbits de consum que repetiran quan siguen adults
  • S’ha fet un experiment social amb mares i pares, convidant-los a tastar un menú escolar. 

Saps el que mengen els teus fills i filles en el menjador? Amb aquesta pregunta, la Plataforma Escoles que Alimenten llança una campanya per a convidar les famílies a unir-se a la seua proposta de transició cap a uns menjadors escolars més saludables i sostenibles. El llançament es realitza just en les dates prèvies a la selecció de les empreses de menjador, que solen ser en l’últim consell escolar de l’any: “Busquem que les famílies i els Consells escolars tinguen en compte una selecció de criteris per a triar a l’empresa més enllà dels econòmics; ens sembla fonamental que s’incorporen també una sèrie d’exigències nutricionals, socials i ambientals”, explica un dels membres de la Plataforma.

L’objectiu d’aquesta campanya és que Associacions de Famílies d’Alumnes/as (AMPAS o AFAS) s’involucren de manera activa en el seu treball d’incidència (Manifest) i col·laboració amb l’Administració pública per a l’impuls de normatives que asseguren menús elaborats amb productes frescos, de proximitat, de temporada i, en la mesura que siga possible, ecològics. I, que, per descomptat, faça efectiu el principi d’inclusivitat, oferint opcions que contemplen la diversitat ètica, religiosa i cultural de la població.

Durant l’any, al voltant de 180 000 xiquets i xiquetes fan el seu menjar principal del dia en el menjador escolar, per això, pensem que el menjador és un espai transformador. És una potent eina de canvi en aquests moments de múltiples crisis a les quals ens enfrontem. Una alimentació més sana i que respecte el planeta és necessària per a garantir el futur sostenible de les pròximes generacions i per a combatre el canvi climàtic. És en l’espai del menjador on molts xiquets i xiquetes adquireixen el gust i els principals hàbits de consum, així com el lloc on interioritzen el concepte d’‘alimentar-se bé’ que repetiran quan siguen adults. A més, des dels menjadors escolars es pot afavorir l’accés a l’alimentació de qualitat dels col·lectius més vulnerables, i, per tant, la democratització de la bona alimentació.

Un experiment amb mares i pares

Aquesta campanya es materialitza en la web de la Plataforma a través d’un vídeo que mostra un experiment social, en el qual s’ha convidat a un grup de mares i pares a tastar un menú típic d’un menjador escolar: ensalada, arròs a la cubana i veggie burguer, amb un iogurt de maduixa per a postres.

L’experiment mostra com és un menú desconstruït a base de productes processats i aliments quilomètrics i plastificats, com la veggie burguer, la salsa de tomaca de pot o l’ensalada de bossa, en comparació amb un menú elaborat amb ingredients frescos, de proximitat i elaborats de manera casolana. Quina safata triaries? I, tu T’ho menjaries?. Aquestes són les preguntes que es llança a les famílies, perquè siguen conscients que els seus fills o filles no poden triar en el seu dia a dia i que, per tant, és necessari que s’involucren activament a tractar de millorar l’alimentació escolar.

Escoles que Alimenten té com a objectiu impulsar canvis que permeten transitar cap a uns menjadors escolars més educatius, més saludables, més lligats al territori, més sostenibles i compromesos amb el sector primari local, en definitiva, més participatius i més justos.

Aquesta campanya és iniciativa dels següents membres dins de la plataforma:

Justicia Alimentaria, CERAI, Mensa Cívica, FEUMVE, Escola Les Carolnes,  Centre d’Innovació Las Naves, Acicom, CCPV-COAG, SEAE, Canopia Coop., Intersindical i FAMPA – Valencia.

Contacto: info@escolesquealimenten.org

CASTELLANO

¿QUÉ COMEN NUESTROS HIJOS E HIJAS EN EL COMEDOR?

Escoles que Alimenten lanza una campaña para movilizar a las familias hacia la transición hacia una alimentación escolar más saludable y sostenible. 

  • Una alimentación más sana y que respete el planeta es necesaria para garantizar el futuro sostenible de las próximas generaciones 
  • Es en el espacio del comedor donde adquieren el gusto y los principales hábitos de consumo que repetirán cuando sean adultos
  • Se ha hecho un experimento social con madres y padres, invitándolos a probar un menú escolar.

¿Sabes lo que comen tus hijos e hijas en el comedor? Con esta pregunta, la Plataforma Escoles que Alimenten lanza una campaña para invitar a las familias a unirse a su propuesta de transición hacia unos comedores escolares más saludables y sostenibles. El lanzamiento se realiza justo en las fechas previas a la selección de las empresas de comedor, que suelen ser en el último consejo escolar del año: “Buscamos que las familias y los Consejos escolares tomen en cuenta una selección de criterios para escoger a la empresa más allá de los económicos; nos parece fundamental que se incorporen también una serie de exigencias nutricionales, sociales y ambientales”, explica uno de los miembros de la Plataforma.

El objetivo de esta campaña es que Asociaciones de Familias de Alumnos/as (AMPAS o AFAS) se involucren de manera activa en su trabajo de incidencia y colaboración con la Administración pública para el impulso de normativas que aseguren menús elaborados con productos frescos, de proximidad, de temporada y, en la medida que sea posible, ecológicos. Y, que, por supuesto, haga efectivo el principio de inclusividad, ofertando opciones que contemplen la diversidad ética, religiosa y cultural de la población.

Durante el año, alrededor de 180 000 niños y niñas hacen su comida principal del día en el comedor escolar, por ello, pensamos que el comedor es un espacio transformador. Es una potente herramienta de cambio en estos momentos de múltiples crisis a las cuales nos enfrentamos. Una alimentación más sana y que respete el planeta es necesaria para garantizar el futuro sostenible de las próximas generaciones y para combatir el cambio climático. Es en el espacio del comedor donde muchos niños y niñas adquieren el gusto y los principales hábitos de consumo, así como el lugar donde interiorizan el concepto de ‘alimentarse bien’ que repetirán cuando sean adultos. Además, desde los comedores escolares se puede favorecer el acceso a la alimentación de calidad de los colectivos más vulnerables, y, por tanto, la democratización de la buena alimentación.

Un experimento social con madres y padres

Esta campaña se materializa en la web de la Plataforma a través de un vídeo que muestra un experimento social, en el que se ha invitado a un grupo de madres y padres a probar un menú típico de un comedor escolar: ensalada, arroz a la cubana y veggie burguer, con un yogur de fresa de postre.

El experimento muestra cómo es un menú deconstruido a base de productos procesados y alimentos kilométricos y plastificados, como la veggie burguer, la salsa de tomate de bote o la ensalada de bolsa, en comparación con un menú elaborado con ingredientes frescos, de proximidad y elaborados de manera casera. ¿Qué bandeja elegirías? Y, tú ¿Te lo comerías?. Estas son las dos preguntas que se lanza a las familias, para que sean conscientes de que sus hijos o hijas no pueden elegir en su día a día y que, por tanto, es necesario que se involucren activamente en tratar de mejorar la alimentación escolar.

Escoles que Alimenten tiene como objetivo impulsar cambios que permitan transitar hacia unos comedores escolares más educativos, más saludables, más ligados al territorio, más sostenibles y comprometidos con el sector primario local, en definitiva, más participativos y más justos. 

Esta campaña es iniciativa de los siguientes miembros dentro de la plataforma:

Justicia Alimentaria, CERAI, Mensa Cívica, FEUMVE, Escola Les Carolnes,  Centre d’Innovació Las Naves, Acicom, CCPV-COAG, SEAE, Canopia Coop., Intersindical i FAMPA – Valencia.

Contacto: info@escolesquealimenten.org

Se somete a información pública el proyecto de decreto del Consell de regulación de los consejos de salud básicos y otros espacios de participación por el que establecen los criterios para garantizar menús saludables en servicios restauración colectiva de la Comunitat Valenciana.

“Las frutas y hortalizas deberán ser frescas y de temporada al menos en un 50%”.

Desde Plataforma Escoles que Alimenten y la publicación hace dos años del Manifiesto por unos comedores escolares saludables y sostenibles estábamos esperando esta noticia. La modificación del Decreto 84/2018 o redacción de un nuevo decreto que fomente a una alimentación sostenible, mediante el cual se incorporen medidas más ambiciosas para asegurar la transición hacia comedores escolares más sostenibles, era una de nuestras principales líneas de trabajo y ha dado su fruto. El mismo año de publicación del manifiesto se estableció la primera mesa intersectorial junto a las Consellerias de Sanidad, Agricultura y Educación. En diversas reuniones trabajamos en conjunto para elaborar este nuevo proyecto de decreto. En estos momentos, está sometido a información pública. (Se puede hacer aportaciones hasta el del 22 de diciembre de 2022 en la página web de la GVA).

“Artículo 1. Objeto y finalidad
Este decreto tiene por objeto establecer los criterios para garantizar menús saludables en los servicios de restauración colectiva de la Comunitat Valenciana, con la finalidad de fomentar una alimentación saludable y sostenible, impulsando la incorporación de alimentos de proximidad, de temporada y de producción ecológica, basados en la dieta mediterránea, en el ámbito de la restauración dirigida a una colectividad de consumidores”.

LEER PROYECTO

Estamos con buenas noticias que compartir. En el último mes, ha habido dos cambios que tenemos que celebrar y aunque falta mucho todavía por conseguir comedores escolares sanos y sostenibles al 100%, es un buen inicio y nos da un impulso para seguir trabajando. ¡Os contamos!

Los últimos cambios en la normativa para favorecer el consumo de alimentos frescos, de temporada, de proximidad y ecológicos en los comedores escolares conllevan un paso en el camino que esperamos como Plataforma. Además, estos últimos meses hemos estado trabajando mucho en un ciclo de talleres para conseguir sumar a centros educativos a la plataforma y definir un plan de acción para el nuevo curso. ¡Estamos de nuevo ilusionadas y con fuerza!

De forma resumida, una de las noticias se refiere a la publicación de nuevos pliegos de contratación de empresa gestora de comedor de las escuelas municipales de Valencia con criterios de sostenibilidad. Y otra, es que se hace público el borrador del nuevo decreto de fomento de una alimentación sana y sostenible de la Generalitat, con porcentajes más ambiciosos al anterior Decreto 84, en el que llevamos invirtiendo muchas horas desde hace más de un año y pudimos poner de manifiesto en las jornadas del 26 de mayo.

Por unos comedores escolares sostenibles

Dos noticias nos han hecho felices estas semanas. Por un lado, el trabajo que llevamos haciendo varias organizaciones, en el marco del Grupo de Compra Pública del Consell Alimetari Municipal de Valencia (CALM), ve resultado. En mayo, la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Valencia ha publicado un nuevo pliego para los menús de las escuelas municipales. Por otro lado, como Plataforma Escoles que Alimenten llevamos dos años trabajando en una mesa intersectorial con diferentes Consellerias de la GVA para modificar el Decreto 84 y poner en el centro un cambio hacia menús más sanos y sostenibles: con más alimentos de temporada, de proximidad, frescos y ecológicos y hace unos días se hacía público en prensa su borrador, lo que quiere decir que está más cerca su aprobación. Os compartimos las dos noticias:

“Los menús de los colegios y escuelas infantiles de gestión municipal serán “elaborados con productos locales, frescos y producidos de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente”. Así se desprende del nuevo pliego de condiciones que determinará la licitación de este servicio, que durante este curso ha atendido a más de mil niños y niñas (1.060 de 1.216 menores de los citados centros escolares de la ciudad).

Según el nuevo pliego de condiciones, los menús escolares tienen que contener verdura fresca y de temporada a diario y, como mínimo, el 50% de estos productos serán obligatoriamente ecológicos. En el caso de las naranjas y mandarinas, el 100%.” (Seguir leyendo en Levante EMV)

“El decreto marca reglas sobre la ponderación del servicio que tendrá que aplicarse en las licitaciones. En primer lugar, alude a la calidad de los productos -medido por alimentos ecológicos, variedad de frutas y verduras de temporada o alimentos con denominación de origen-, cuya ponderación mínima será del 30% sobre el total del baremo. La lista de requisitos tendrá que especificarse en la licitación.

Por otro lado, está la calidad ambiental de la propuesta, cuya ponderación mínima será del 25% y engloba criterios como el consumo de productos de proximidad, gestión del desperdicio alimentario o formación del personal de la contrata en medio ambiente. También se tendrán en cuenta parámetros relativos a la calidad social, cuya ponderación mínima será del 15%. En este apartado cita cuestiones como la formación del personal adscrito en alimentación o políticas de igualdad de género. 

Entre las grandes novedades está la pérdida de peso del precio, ya que la ponderación de la oferta económica no será más del 20% sobre el baremo con el fin de garantizar que las compañías que se adjudican el concurso cuentan con los valores y criterios que se quieren implantar en los centros públicos.” (Seguir leyendo en Valencia Plaza)

En definitiva, estamos muy ilusionadas con ver avanzar nuestros objetivos. ¿Te unes para seguir consiguiendo dar más pasos?

  • El Consell trabaja en una nueva normativa para generar criterios de obligatoriedad que impulsen una transición hacia la sostenibilidad en el servicio de los comedores públicos.
  • El consumo de verduras y frutas ecológicas de toda la población escolar de la Comunidad Valenciana supondría un 20% de la producción ecológica.

El fomento y tránsito hacia una alimentación sana y sostenible en los comedores escolares públicos de la Generalitat Valenciana es una realidad cada vez más próxima. Así lo han revelado los diferentes direcciones generales que acudieron ayer a la Jornada per transitar cap a una compra pública alimentària saludable i sostenible: “Hemos constituido una Mesa Intersectorial de alimentación saludable y sostenible – toda esta mesa está trabajando en ello- para establecer cuáles son los criterios obligatorios para que tengamos una alimentación de calidad”, declaró Isaura Navarro, Secretaría Autonómica de Salud Pública.

Unos días después de la apertura del nuevo espacio de distribución ecológica, la Ecotira en Mercavalència, se celebra una jornada organizada desde el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional, CERAI, con el objetivo informar a las empresas de restauración colectiva de los avances hacia una compra pública alimentaria sana y sostenible. Un evento para hablar sobre la transición y conexión entre la producción sostenible y el sector de la restauración colectiva en los centros educativos.

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  • Escoles que Alimenten, formada por un grupo de organizaciones relacionadas con la alimentación, el desarrollo rural y la economía social, en vista de que está a punto de cerrarse el plazo para la selección de empresa de comedor por parte de los centros educativos, publica hoy su manifiesto para recordar que a la hora de seleccionar empresa de comedor se tomen en cuenta criterios más allá de los económicos; es decir, sociales y ambientales. Y, sobre todo, se tenga en cuenta la calidad sobre el precio de los alimentos.

    La plataforma demanda el tránsito de los comedores escolares hacia una alimentación sana y sostenible -basada en alimentos de temporada, proximidad y ecológicos-  para garantizar un futuro sostenible: “Queremos poner de manifiesto que las administraciones competentes, como titulares de obligaciones, deben garantizar una alimentación sana, sostenible y no discriminatoria en los centros educativos de la Comunitat Valenciana, que nuestras hijas e hijos, y la sociedad en su conjunto merecen”.

    “80 céntimos para materia prima por menú escolar, dificultan una alimentación de calidad”

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